La metodología es la parte teórica del proyecto, el conjunto de elementos técnico-científicos que permite la concreción en una realidad determinada de las finalidades y principios que están en la base de un planteamiento teórico. Tratándose en nuestro caso de una intervención social, la metodología es la que permite que el enfoque conceptual, los principios y planteamientos teóricos de la intervención comunitaria puedan ser aplicados concretamente a nuestra realidad y puedan transformarse en praxis real (parte práctica) del cambio de esta.
También la aplicación de la metodología dependerá del contexto existente que puede favorecerla, complicarla u obstaculizarla. Siempre que hablamos de metodología conviene recordar que hablamos a la vez de tres cosas:
Importante: Tenemos que asegurar también una gran coherencia entre estos tres elementos. No podemos afirmar que queremos contar con la participación y luego actuar técnicamente sin tenerla en cuenta, o adoptar medidas y tomar decisiones sin la participación de las personas –organizaciones, grupos, etc.– implicadas.
En otras palabras, el primer paso es diagnosticar la demanda o necesidad de la comunidad, una vez realizado priorizar dichas necesidades para aportar una respuesta adecuada a dicha problemática y, por último, contar con los recursos personales para poder llevar a cabo dicha metodología y comenzar a programar.
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